LA CARGA ALAR
La carga alar es el peso que soporta un parapente por unidad de superficie.
Existe un rango de peso para el cual ha sido diseñada la talla o superficie de cada parapente. Es necesario, para no variar las características iniciales de la vela, que el peso de todo lo que cuelgue de la vela, incluida la propia vela, se sitúe dentro de los rangos máximo y mínimo que el fabricante marca para esa talla.
La determinación de la carga alar será la resultante de la fórmula: piloto + equipo completo ( ropa, casco, silla, emisora, cámara, paracaídas, instrumentos de vuelo, etc..), etc….+ vela / superficie REAL
Hay disferencia de criterios en torno a si ha de tomarse como referencia la superficie real, o proyectada para la determinación de la carga alar, pero lo más frecuente es que se utilice la superficie REAL.
Carga alar óptima
Hay que tener en cuenta que, dado que el rango de pesos es bastante amplio en algunos casos, la carga alar también puede variar dentro de ese rango, existiendo un parámetro llamado carga alar óptima que se sitúa justo en la mitad del rango de pesos, y que se calcula de la siguiente forma:
((rango máximo + rango mínimo)/2) / superficie REAL.
EFECTOS DE LA VARIACIÓN DE LA CARGA ALAR
¿ En que forma nos afecta llevar una mayor o menor carga alar ?
Si el parapente va poco cargado
A favor
1. Tendrá un planeo mayor y volará más al ir menos cargado
2. En caso de plegada ésta será menos violenta y se resolverá con mayor facilidad que si va muy cargado
Por contra
1. Será mas sensible a la turbulencia y plegará con más facilidad al llevar menor presión interna
2. Tendrá menos velocidad
3. Su giro será más lento y requerirá de mayor amplitud.
Si el parapente va muy cargado
A favor
1. Será más seguro y estable en caso de turbulencia. Plegará menos
2. Tendrá mayor velocidad
3. Su giro será más ágil y cerrado
Por contra
1. Volará algo menos al ir más cargado
2. En caso de que pliegue, la plegada será más brusca.
En general las cargas alares con que se homologan los parapentes se sitúan en torno a 3,1 y 3,5 Kg/m2
Una carga alar baja es buena para los vuelos de ladera costeros con unas condiciones de viento estable, en tanto que para los vuelos térmicos de interior, donde la turbulencia esta prácticamente asegurada, una carga alar de la mitad del rango en adelante, será lo más acertado.